En este mes de agosto, Lynn Conway es la protagonista de nuestra sección Históricas. Pionera en el campo de la informática, fue despedida de IBM tras planificar su reasignación de sexo en 1968. “Compartiendo abiertamente nuestras historias y experiencias de vida, podemos ayudar a construir un conocimiento real y sabiduría genuina acerca del tema transgénero” (L. Conway).

Ilustración por Fundación Antonia

Nacida en 1938 en Nueva York, Lynn Conway marcó la historia de los derechos de las personas trans, cuando fue despedida de su trabajo al anunciar su reasignación de sexo.

Desde muy niña experimentó la disforia de género y según cuenta, cuando tenía 14 años escuchó por primera vez sobre una transición de sexo. Desde entonces siempre quiso hacerlo.

Su primer acercamiento de ingesta de hormonas, fue lejos de su casa, al irse a estudiar física en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Allí comenzó a usar medicamentos que conseguía de manera ilegal. Sin embargo, terminó abandonando sus estudios y su intento de transición de género, luego que un compañero la denunciara ante las autoridades universitarias.

PIONERA EN LA INFORMÁTICA

Al poco tiempo de abandonar el MIT, Lynn encontró trabajo como técnico electrónico y continuó sus estudios en la Escuela de Ingeniería Aplicada de la Universidad de Columbia, donde se licenció en 1962. Un año después, obtuvo el título de máster y por esa época, se casó con una mujer y tuvieron dos hijos.

En 1964 encontró trabajo en IBM, donde fue parte del equipo que diseñaba la arquitectura de las supercomputadoras avanzadas. Allí fue pionera en el rubro y es la gran parte responsable de cómo funcionan nuestros computadores y teléfonos.

A pesar de su éxito, inteligencia y reconocimiento en el medio informático, la compañía la despidió después de cuatro años cuando reafirmó ser transexual y anunciar su planificación de reasignación de sexo.

El caso hizo historia en IBM, compañía que 52 años después, pidió disculpas por haberla desvinculado.

Lynn ha sido galardonada con muchos premios y distinciones en reconocimiento de su labor y ha sido nombrada como Miembro de la Academia Nacional de Ingeniería de los Estados Unidos que constituye el máximo reconocimiento profesional al alcance de un profesional ingeniero.

El despido significó la perdió su carrera profesional y el apoyo de su familia, pero posicionando su salud mental primero (ya luchaba contra la depresión), casi llegando a sus 30 años, siguió con el proceso para cumplir lo que tanto quería.

Apenas se enteró de la investigación de Harry Benjamin respecto al tratamiento de transexuales​ y darse cuenta de que la cirugía de reafirmación genital era posible, solicitó su ayuda y se convirtió en su paciente. Lynn se marchó al extranjero para someterse a cirugía completamente sola.

ACTIVISTA TRANS

Luego de 5 años de su exitosa operación de cambio de sexo, Lynn se convirtió en una persona líder en el campo de la investigación. En 1973 se incorporó al centro de investigación de la compañía Xerox en Palo Alto, California. Allí su trabajo innovador en el diseño de hardware tuvo un impacto revolucionario en toda la industria.

También trabajó en la Universidad de Míchigan como profesora de ingeniería eléctrica y Ciencias de la Computación y, más tarde, como Decana Asociada de Ingeniería. 

Lynn y su pareja Charlie en el año 2000

Además de continuar con su trayectoria profesional, ella se transformó en activista de los derechos de las personas trans y desde entonces, ha trabajado para normalizar los problemas de identidad de género y los procesos de transición de género, además de proteger y ampliar los derechos de las personas trans.

Con más de 80 años, sigue siendo un referente para muchos y continua defendiendo la igualdad de oportunidades y protecciones de empleo para las personas trans en la industria de alta tecnología.

Si quieres conocer su página, donde invita a quienes deseen a escribirle, haz clic aquí.

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